viernes, 3 de abril de 2009


La mañana despierta difusa,y pinta de gris sus mejillas,yo trago nubes mientras me planchas la camisa, la vieja camisa con la que hoy prometeré ejercer con dignidad mi profesión, planchas mi camisa y mis miedos, todo queda aplastadito y en apariencia bonito y listo para la función, antes de salir me regalas un libro, salgo a trabajar y dos horas después,prometo.

La tarde continúa gris, los abrazos lejanos aún me retumban, ya hemos llegado hasta aquí, y con sorpresa descubro que alguien movió la meta, sé que el camino comienza ahora.

De lejos alcanzo a sentir encinas orgullosas, y a abuelas que tejen tocas en vez de togas, al día le falta calor, pero no sentimientos.

Y ahora puedo prometer y prometo, que hoy me siento, como tú libro, Misteriosamente Feliz.