lunes, 1 de noviembre de 2010


Más que la muerte, me preocupa la vida,
su fragilidad,
su ser o no ser,
su pérdida repentina por
no avistar el tranvía.

1 comentario:

joaquín Gómez dijo...

Me gusta.
Cambias muerte por vida. Y nos la muestras con sus condicionantes (fragilidad, ser o no ser, etc).
Y la rematas con la más triste de las tristezas: esa de las que sólo el corazón sabe.
Esto, al menos, es lo que me ha sugerido el poema