martes, 9 de marzo de 2010

La LLamada de la sangre


Claro que siento la llamada de la sangre, como no sentirla cuando me visita dos veces al día, tres si dejo la puerta abierta, y me dice a grito pelao Bichitoooooo, quieres unas migas???, es entonces cuando muerdo casi 900 kilómetros y maldigo cada palmo que nos separa, y no me como las migas, pero me hincho igual, me hincho de ganas de tragarme este aire que rellena el espacio que dista entre las encinas y este agua salada, y deciros, también a grito pelao, Joder que buena que están las putas migas, y de postre, abrazaros.

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